sábado, 1 de marzo de 2025

19 HORAS DE ANGUSTIA PARA RESCATAR A JESÚS MATEO

La mañana del 28 de febrero, los moradores de la localidad de Orellana, distrito de Vargas Guerra, Ucayali (Loreto), reportaron que un menor de aproximadamente un año y medio, a quien identificaron como Jesús Mateo, cayó en un pozo tubular de aproximadamente 15 metros de profundidad. Luego de un arduo trabajo, el niño fue rescatado alrededor de la 1:45 a.m. con ayuda de los Bomberos y la población.

Una de las primeras acciones fue bajar un celular —atado a una soga— para verificar el estado de salud del menor, quien a pesar de la profunda caída, se encontraba vivo. En el video se le podía apreciar lloroso, desorientado y con leves rasguños. Los pobladores lograron alcanzarle una cajita de jugo y su padre —cada cierto tiempo— le daba ánimo e instrucciones a través del tubo que habían instalado para hacerle llegar oxígeno.    

Según información de la Municipalidad Distrital de Vargas Guerra, el padre del menor caminaba con rumbo a una poza por un terreno del barrio de San Isidro, sin percatarse que su hijo lo seguía. Luego de bañarse, escuchó el llanto de un niño, era su hijo, quien había caído al agujero que no tenía tapa ni protección alguna. Hasta el momento, se desconoce el nombre del propietario o de la empresa responsable del pozo.

Ante la falta de rescatistas y personal especializado, el padre y varios pobladores empezaron a excavar un pozo paralelo —con sus propios medios— en un intento de rescatarlo. El alcalde de Vargas Guerra, Luis Segundo Abensur, dio aviso a las autoridades del gobierno regional y nacional para que envíen un equipo de rescatistas al lugar.  El pozo tenía entre 20 y 40 centímetros de diámetro, lo que dificultaba las labores de rescate.

La transmisión en vivo de Heli Tuanama, morador de la zona, hizo que los hechos se viralizaran en todo el Perú, generando cadenas de oración a favor del menor y movilizando a las autoridades del gobierno nacional en su lucha contra el tiempo por rescatar al niño, quien ya tenía más de 7 horas bajo tierra. Cabe señalar que la localidad de Orellana se encuentra en zona de frontera con Brasil, en el lugar solo hay 6 agentes de la Policía Nacional y 2 representantes de la Marina de Guerra. Además, no se cuenta con logística para este tipo de rescates.

Dos helicópteros de la Embajada de Estados Unidos llegaron desde Pucallpa con Bomberos, personal de INDECI y de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) alrededor de la 1:00 p.m. Horas más tarde, a las 5:00 p.m., llegó una mini retroexcavadora, la cual permitió extraer mayor cantidad de tierra, facilitando el trabajo de los rescatistas, quienes se acercaban a la profundidad requerida para salvar al menor. Los trabajados se realizaron con intervalos de lluvia y se puso una carpa para cubrir la zona de trabajo.

Tras varias horas de excavación y trabajo conjunto de autoridades y pobladores, a la 12:00 a.m., el coronel PNP Carlos López —vocero del Ministerio del Interior—, aseguró que estaban a un metro de la profundidad requerida para rescatar al menor. A la 1:45 a.m., el pequeño Jesús había sido rescatado, siendo trasladado al Centro de Salud I-4 de Orellana y a las 8:00 a.m. al Hospital Regional de Pucallpa en un helicóptero del SAMU, donde recibe atención médica especializada.

El apoyo de los pobladores en los trabajos de excavación fue crucial, a pesar de la falta de equipos y provistos con palas y sus propias manos, lograron arrancar de las entrañas de la muerte a este menor. Creo que es totalmente justo que el Gobierno Nacional y —con mayor razón— el Gobierno Regional de Loreto les otorguen un reconocimiento por su invaluable labor en el rescate y el gran ejemplo de civismo que han dado a nivel nacional. Esta clase de personas son las que hacen grande a la región Loreto y al Perú.

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